Enseñando el Catolicismo

El sistema de educación en Irlanda tiene una característica bastante curiosa que no se podría entender sin antes saber su historia. Y es que a pesar de que la educación obligatoria es pública, el 90% de las escuelas de primaria son privadas, siendo la inmensa mayoría católicas, aunque también de otras ramas cristianas o ámbitos. Así, por ejemplo, si das un paseo por cualquier  municipio de Irlanda a la hora en que los estudiantes finalizan las clases verás que prácticamente todos los niños llevan uniforme.

A pesar de ser privadas el Estado subvenciona el 90% de los gastos a cambio de que se cumpla el currículo, las evaluaciones y programas estatales fijados, además de la cualificación de los docentes (quienes todos los veranos tienen una semana de formación y son evaluados). Los centros privados cuentan con bastante autonomía respecto al Estado ya que son ellos los que contratan a los profesores y realizan las listas de admisión de los alumnos. Es decir, el sistema prácticamente funciona como en España con los centros concertados, exceptuando que según la ley en España no se puede hacer ningún tipo de discriminación con los alumnos en las admisiones y en Irlanda está contemplado que el niño sea católico para poder estudiar en el centro si éste procesa dicha religión. 

Para entender por qué la educación confesional privada ha tenido tanto éxito durante las últimas décadas hay que tener en cuenta un aspecto importante de la historia de Irlanda. Irlanda siempre ha sido muy católica. Desde el momento en el que surge el protestantismo y anglicanismo los irlandeses siempre se mantuvieron en sus creencias católicas, lo que les ocasionó muchos problemas, restricciones políticas y ante la ley, muertes, rupturas familiares... todo eso durante mas de 300 largos años. Una vez que se consigue el Estado Libre de Irlanda en 1921 su gente tiene muy marcada toda esa macabra historia que han vivido perteneciendo al Imperio Británico y a una religión diferente a la suya. No es de extrañar, por lo tanto, que una vez que el país puede, proclama el Catolicismo a los cuatro vientos, con la palabra y con el ejemplo. Así pues, durante prácticamente todo el siglo XX la república irlandesa fue una de las mas católicas de Europa. 

Tomaron el Catolicismo como un factor de libertad, independencia y diferenciación respecto a sus antiguos dominadores. Y con esa idea han seguido hasta no hace muchos años. Esto es lo que nos explica que los irlandeses todavía están muy mentalizados de que sus hijos crezcan con la doctrina católica que tanto sufrimiento les costó y al mismo tiempo les diferencia de quien se lo ocasionó.

En esta misma línea se está observando un alza en las escuelas gaélicas, en las cuales se forma a los niños en esta lengua celta. Lengua que se hablaba en la isla esmeralda antes de la llegada de los ingleses, por su población celta, y que más tarde fue prohibida.

Me parece importante destacar que a pesar de que este hecho nos puede dar una imagen de que la educación puede estar algo estancada en Irlanda, teniendo la religión como una de sus principales características a tener en cuenta, para nada tiene que ver con la realidad. Ya en 1971 Irlanda reformó su currículo para adaptarlo a un aprendizaje personalizado, centrado en desarrollar las habilidades y capacidades de cada alumno, centrándose en enseñar a cada uno de ellos a resolver los problemas que se les presentará fuera de la escuela. 

Fueron también ellos unos de los primeros en introducir las TIC en el sistema educativo, apareciendo en el currículo de Primaria desde 1999. Desde entonces se han hecho grandes inversiones para lograr dotar a todos los centros de estas tecnologías y asegurarse que los docentes las sepan manejar correctamente. 

Con esta reflexión podemos apreciar como las distintas Historias que se han vivido en cada país influyen en nuestro presente en aspectos que parecen estar tan alejados de este ámbito como es el sistema educativo actual.